Para poder tener una vida digna tras su muerte intentó que su última morada fuese lo más parecido a una tumba real y esto es lo que consiguió.......
El techo y las paredes encargó que se pintaran con grandes frescos "basados" en otras tumbas.
Su sarcófago no pudo ser todo lo rico que hubiese querido pero ya los fondos escaseaban y su salud empeoraba rápidamente y fue simplemente horadado en un trozo de roca
Sus vasos canopos por supuesto le acompañaron, así como dos tinajas con comida y bebida para el tránsito, la momia de su gato, dos cestas con algo de oro y gemas, sus sandalias y papiros y su juego preferido el senet.
A los lados de su sarcófago le acompañan Isis y Anubis
Espero que os guste el resultado final, es simple pero Menrú era así........